La industria cosmética en Colombia ha mostrado un fuerte crecimiento, con el mercado estimado entre USD 241,1 millones en 2023 y USD 358,3 millones en 2028mordorintelligence.com. Sin embargo, los consumidores nacionales están cada vez más conscientes de los riesgos asociados a ingredientes químicos sintéticos en sus productos de belleza. Estudios señalan que esta preocupación está impulsando una preferencia por fórmulas con componentes naturalesmordorintelligence.com. En este contexto surgen alertas sobre la seguridad y veracidad de ciertos champús comerciales. A continuación presentamos casos documentados de fallas en productos y sanciones a fabricantes, así como los riesgos para la salud y el marco normativo aplicable.

Fallas en la calidad: alertas sanitarias

Recientemente INVIMA emitió varias advertencias por problemas de calidad en champús comerciales. Por ejemplo, en enero de 2025 la autoridad sanitaria ordenó el retiro inmediato del mercado del champú infantil Kaba Kids (lote 052447) al detectar “valores no conformes en el recuento de microorganismos mesófilos totales, superando el límite máximo de aceptabilidad establecido para productos cosméticoselcolombiano.cominfobae.com. En otras palabras, el producto tenía contaminación microbiana muy por encima de lo permitido por la Resolución INVIMA 2120/2019 (que fija, por ejemplo, un límite de 5×10^3 UFC/ml para productos infantiles)infobae.comwradio.com.co. Debido a estos hallazgos, el INVIMA recomendó a los padres suspender inmediatamente su uso del champú Kaba Kids “debido a los riesgos que puede representar para su salud”elcolombiano.com. Además, ordenó reportar cualquier reacción adversa y advirtió que establecimientos que continúen vendiéndolo serán sancionadoswradio.com.coelcolombiano.com.

Las autoridades sanitarias han dado pautas claras a consumidores y comercios ante este tipo de casos. Por ejemplo, INVIMA recomendó:

  • Suspender el uso inmediato del champú afectado, ya que puede causar efectos adversos en la saludwradio.com.co.

  • Notificar a INVIMA o autoridades locales si se detecta su venta en algún establecimientowradio.com.co.

  • Reportar cualquier reacción inesperada asociada al uso del producto a través de los canales oficiales (línea web o correo de INVIMA)wradio.com.co.

Estos pasos buscan proteger la salud pública y facilitar la vigilancia oficial. En resumen, efectos no deseados como irritaciones o infecciones dérmicas pueden ocurrir si se usan champús contaminados o adulterados, especialmente en pieles sensibles como la de los niños.

Publicidad engañosa y sanciones de la SIC

Además de fallas de calidad, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ha sancionado a grandes fabricantes por anuncios falsos en champús. Por ejemplo, en 2021 multó a Unilever Andina (marca Dove) con $726.820.800 COP por publicidad engañosa en la línea Dove Reconstrucción Completasedeelectronica.sic.gov.co. La SIC encontró que las proclamas del shampoo y acondicionador (“puede evitar el daño del cabello antes de que ocurra”, “nutre profundamente evitando 90% del daño”) no estaban respaldadas por evidencia científicasedeelectronica.sic.gov.co. Estos mensajes “distorsionan la realidad de los atributos del producto”, según la resolución oficial, y violan los artículos 23, 29 y 30 del Estatuto del Consumidor (Ley 1480/2011) que exigen información veraz, clara y comprobablesedeelectronica.sic.gov.cosedeelectronica.sic.gov.co.

Otro caso notorio fue Procter & Gamble, sancionada en 2018 con cerca de $430 millones COP por afirmar que su champú Head & Shoulders Nutrición Profunda dejaba el cabello “100% libre de caspa de por vida”sic.gov.co. La SIC determinó que esas promesas absolutas (“libre de caspa de por vida”) no correspondían a resultados comprobables en estudios clínicossic.gov.co, y aclarar la letra menuda (uso permanente) en algunos anuncios fue insuficiente. Este tipo de anuncios confunden al consumidor y, según la autoridad, “no se ajusta a las reglas básicas de información y publicidad”sic.gov.co.

Incluso laboratorios nacionales han enfrentado medidas similares. En 2023 la SIC formuló cargos contra Genomma Lab Colombia por supuesta publicidad engañosa en varios productos, incluyendo su “Shampoo Henna Egipcia”sic.gov.co. El organismo alegó que Genomma carecía de estudios científicos que avalen las afirmaciones publicitarias difundidas sobre esos productos. De hecho, Genomma Lab acumula multas previas (por ejemplo, $123 millones COP en 2014 por el producto “Siluet 40”sic.gov.co) y ahora enfrenta órdenes de detener toda nueva publicidad sin aprobación de la Superintendenciasic.gov.co. Estos ejemplos ilustran cómo el marco legal colombiano castiga la publicidad falsa o exagerada, protegiendo el derecho de los consumidores a recibir información veraz.

Riesgos para la salud de los consumidores

Los casos anteriores muestran por qué conviene desconfiar de promesas milagrosas y verificar la seguridad de los ingredientes. Los champús adulterados o de baja calidad pueden contener sustancias tóxicas y contaminantes peligrosos. De hecho, el INVIMA alerta que cosméticos fraudulentos suelen incorporar tóxicos como arsénico, plomo o mercuriobogota.gov.co. Estos contaminantes pueden producir cambios en la piel, irritaciones y reducir las defensas del organismo (en el caso del arsénico), e incluso afectar el sistema nervioso central (mercurio y plomo)bogota.gov.co. Además, muchos champús convencionales llevan conservantes agresivos: por ejemplo, los derivados del formaldehído empleados en algunos productos alisadores son irritantes y están asociados a riesgo cancerígenoelcolombiano.com.

En conjunto, podemos resumir algunos de los riesgos químicos frecuentes:

  • Arsénico: altera la piel, causa irritaciones y debilita las defensas inmunesbogota.gov.co.

  • Mercurio y plomo: contaminantes que pueden alterar las funciones neurológicas del usuariobogota.gov.co.

  • Formaldehído (y derivados): usado en algunos productos capilares; irrita ojos, nariz y piel, puede causar dermatitis e incluso es catalogado como potencial carcinógenoelcolombiano.com.

Además de estos tóxicos, los estabilizantes y fragancias sintéticas presentes en algunos champús pueden provocar alergias o dermatitis en personas sensibles. Por eso INVIMA aconseja revisar siempre la lista de ingredientes y evitar fórmulas con sustancias agresivas (sulfatos, parabenos, fragancias sospechosas, etc.). En definitiva, los consumidores enfrentan un riesgo real de sufrir reacciones adversas (desde irritación leve hasta afecciones más graves) cuando utilizan productos cosméticos de dudosa procedencia o con publicidad no comprobada.

Marco normativo e institucional

En Colombia los productos cosméticos están bajo la supervisión del INVIMA y de la SIC, cada uno con competencias distintas pero complementarias. El INVIMA exige que todo cosmético comercializado cuente con una Notificación Sanitaria Obligatoria (NSO) vigenteinfobae.com, lo que implica que fue evaluado y autorizado antes de su venta. Además, los fabricantes deben tener licencia sanitaria (Decreto 677 de 1995) para operar. Normas como la Resolución 2120 de 2019 definen criterios de calidad; por ejemplo, establece límites máximos para recuento microbiano en shampoo (5×10^3 UFC/ml para uso infantil)infobae.com. El INVIMA realiza inspecciones y puede ordenar retiros o decomisos de productos que no cumplan estos estándares, como ocurrió con el champú Kaba Kidselcolombiano.cominfobae.com. También difunde alertas sanitarias y pide reportar eventos adversos (farmacovigilancia cosmética).

Por su parte, la Superindustria (SIC) actúa como Autoridad Nacional de Protección al Consumidor. Se fundamenta en la Ley 1480 de 2011 (Estatuto del Consumidor), cuyos artículos 23, 29 y 30 protegen el derecho a recibir información veraz y prohíben la publicidad engañosa. Los ejemplos citados de Unilever, P&G y otros ilustran cómo la SIC utiliza esta ley para sancionar a quienes no aportan pruebas científicas de sus reclamossedeelectronica.sic.gov.cosedeelectronica.sic.gov.co. En concreto, la norma exige que los mensajes publicitarios no sean confusos, imprecisos ni oculten condiciones importantes, so pena de fuertes multas económicas o incluso la orden de suspender campañas enteras. En suma, la legislación colombiana establece un marco integral (calidad INVIMA y transparencia SIC) para evitar fraudes en cosméticos, incluyendo champús.

Hacia opciones más seguras: ventaja de lo natural

Ante estos riesgos, los consumidores tienen medios de protección: verificar el registro INVIMA (consultando la página oficial) y desconfiar de ofertas que parecen demasiado buenas. Pero también pueden optar por productos naturales, libres de sustancias sintéticas nocivas. Curiosamente, los reportes de mercado ya señalan que los consumidores valoran cada vez más los ingredientes naturalesmordorintelligence.com. Las fórmulas hechas con extractos de plantas, aceites esenciales o componentes orgánicos suelen prescindir de contaminantes y conservantes agresivos. Si están debidamente registradas, ofrecen garantía sanitaria y además evitamos las promesas exageradas que tantas veces no se cumplen. Como empresario del sector natural, recomiendo leer siempre etiquetas, escoger marcas transparentes y preferir sellos orgánicos o de control independiente.

En conclusión, los recientes casos en Colombia confirman que no todos los champús comerciales son iguales: algunos han sido objeto de sanciones o retiros por incumplir normas técnicas o engañar al público. Estos ejemplos deberían servir de alerta para que los consumidores exijan calidad y veracidad. Al elegir productos con fórmulas simples y certificadas –por ejemplo, sin sulfatos ni parabenos– se minimizan los riesgos a la salud. En definitiva, la mejor defensa es estar informados y optar por opciones naturales seguras.

Luis Eduardo Saumeth, comerciante colombiano y propietario de una marca de productos naturales

 

Fuentes: Estudios de mercado y noticias oficiales (INVIMA, SIC) sobre cosméticos en Colombiamordorintelligence.commordorintelligence.comwradio.com.coelcolombiano.comwradio.com.cosedeelectronic